Marlenis y Arlines, historias que confluyen en el amor y la danza

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Marlenis y Arlines

Marlenis y Arlines. En la cercana fecha del Día de Instructor de arte, conversamos con Marlenis Machín y Martha Arlines Watson. Ellas representan dos generaciones de instructoras de arte. Dos historias que confluyen en el amor por la danza.

Marlenis y Arlines: la historia de dos instructoras. Primera generación.

18 2 21 2.jpgDe niña Marlenis soñaba con ser atleta, pero en 1984 recibe la propuesta de graduarse como Instructora de Arte en Vázquez. Así que aprovechó la oportunidad. Enseguida se incorporó a trabajar en la Casa de Cultura Olga Alonso. Más tarde, se graduó de Técnico Medio a distancia en Las Tunas.
Luego de vivir durante once años en el municipio de Jobabo retorna a su terruño. Por su experiencia Marlenis es la encargada de los instructores del municipio, a la vez que cumple con el cronograma de actividades de Casa de Cultura.
Con 34 años como Instructora, Marlenis tiene un trabajo bien logrado. Resalta su labor con los aficionados, en especial con la pareja de discapacitados conformada por Niuris Barceló y Francisco Cutiño, presidente de la ACLIFIM.
Han participado en varios eventos nacionales y han traído siempre a casa los primeros lugares y el lauro más ansiado: el Premio de la Popularidad.
-¨Ser instructora de arte es más que enseñar, es formar parte de la nueva creación artística, es legar tradiciones, mantener la afición por la magia de la danza, la interpretación, la pintura. Ser instructora de arte se trata de hacer nuevos artistas, de hacer reír o soñar, cantar o pintar la vida de los demás¨,- nos comenta Marlenis emocionada.

Marlenis y Arlines: la historia de dos instructoras. Segunda generación.

18 2 21 3.jpgMartha Arlines Watson formó parte de la tercera graduación de la Brigada José Martí en la Escuela Rita Longa en Las Tunas.
Siempre sintió afición profunda por la danza. Su sueño fue ser bailarina. De niña participó en las carrozas y en los proyectos danzarios de la Tuto, otra reconocida y versátil instructora manatiense.
Durante sus estudios experimentó con técnicas de folclor, aprendió géneros tradicionales campesinos como el nengón y populares como el chachachá o el danzón, que tanto se promueven en el municipio.
Arlenis imparte varios talleres de danza en las escuelas, pero además es bailarina profesional. Ha tenido la oportunidad de bailar en cabarets de Holguín y Varadero.
En la actualidad comparte su labor de instructora con la de bailarina en el Grupo Impacto, de categoría nacional y es reconocida su participación en varias galas y eventos del municipio.
-¨Estoy satisfecha de haber combinado mis dos pasiones, el magisterio y la danza. Me siento feliz de compartir cada día mis conocimientos y mi arte con las nuevas generaciones¨,- comentó Arlenis con orgullo.


Marlenis y Arlines: la historia de dos instructoras, que aman enseñar su arte.

18 2 21 4.jpgMarlenis y Arlines sienten apego por su profesión. Enseñar es brindar su conocimiento, para que la danza mantenga la vitalidad que siempre ha tenido en Manatí. Enseñar danza para ambas, más que una profesión, es el compromiso de mantener el amor por el danzón, el baile de cabecera de los manatienses.