Aveleira es uno de los doctores más queridos y respetados del municipio, una persona humilde, que estudió una gran profesión. En estos días de pandemia anda sin descanso por el mundo, salvando vidas. Recientemente llegó del hermano país azteca, donde conoció a Elpidio Valdés.
Aveleira: un Quijote de estos tiempos.
Primero fue a Venezuela. Estuvo en Sierra Leona combatiendo el ébola. En las Islas Fiji fue a prestar sus servicios, al ocurrir un terremoto y un tsunami. En el combate al coronavirus brindó ayuda en la región italiana de Pía Monte. México es su quinta misión.
En tierras aztecas…
Aveleira comenzó a trabajar como epidemiólogo atendiendo las medidas de bioseguridad de dos hospitales. Más tarde, asumió la dirección del hospital presidencial.
Con su experiencia en tantas misiones y la preparación recibida desde Cuba, siempre respetando los protocolos de seguridad mexicanos, nuestros galenos hicieron varias sugerencias al tratamiento de los pacientes, con lo que paulatinamente fue mejorando la situación epidemiológica.
¨-Al personal cubano nos podrá faltar muchas cosas materiales, que no tenemos en nuestro país, pero contamos a nuestro favor con el conocimiento y lo más importante, el humanismo. Así, les inculcamos a nuestros colegas la importancia del buen trato a los pacientes y de ponerlos en el centro de nuestra atención. Esto es fundamental para su mejoría.¨
¡Tenemos que salvar a Elpidio Valdés!
Aquello fue un incentivo muy fuerte, por lo que significa esta historieta para los cubanos, por representar la lucha contra el colonialismo español.
Entonces le pedí a mi amiga Misara Cruz Ruiz, periodista de Radio Manatí, que por favor, me hiciera llegar unos muñequitos para que él entendiera por qué su nombre significaba tanto para nosotros y ella me envió el capítulo que se llama Campaña de verano. -¨A Elpidio mexicano le encantó. ¨
La despedida de Elpidio Valdés.
Aveleira y su equipo de médicos lograron salvar a su paciente y el momento del alta fue inmortalizado en una grabación, en la que, según él, quedó inmensamente agradecido por toda la atención y el cariño, que recibió de sus hermanos cubanos.
¨-Elpidio puso tan en alto la medicina cubana, el humanismo del personal. Puso tan en alto al pueblo, la salud y al gobierno de Cuba, que a muchos, siendo hombres, nos sacó las lágrimas. Fue un momento trascendental para nosotros.
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